Guatemala

Tormentas Iota y Eta

Las comunidades rurales de Guatemala, castigadas desde hace décadas por la pobreza y en plena lucha frente al COVID-19, se vieron duramente golpeadas en noviembre de 2020 por el paso de los huracanes Eta y Iota. El lodo lo arrasó todo: viviendas, cultivos -especialmente de café y cardamomo-, escuelas e infraestructuras. Las fuertes lluvias afectaron con mayor virulencia a la zona occidental del país, a 300 kilómetros de la capital, uno de los departamentos más alejados y olvidados. Los departamentos de Huehuetenango y Quiché resultaron más afectados por las inundaciones, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra. 

La intervención de Farmamundi y las ONG locales ASECSA y FUNDEBASE ha dado asistencia a 785 hogares, en total 3.255 personas (2.355 mujeres y 1.570 hombres)

ZONA DE ACTUACIÓN

23 comunidades rurales en Huehuetenango y Quiché

RADIOGRAFÍA DE GUATEMALA

– El 76,1% de la población rural vive en la pobreza

– La población indígena es la más castigada

– Prevalencia de desnutrición crónica de 46,5% en menores de 5 años

– Es el país con menor gasto en salud de América Latina y el Caribe (2% PIB)

DATOS DE LA EMERGENCIA

– 639.536 personas afectadas, en su mayoría mujeres

– Casi 100.000 personas se quedaron sin casa

PEDRO CAMAJÁ

Pedro es técnico en FUNDEBASE, ONG guatemalteca que trabaja con Farmamundi desde hace años. Denuncia el abandono que sufre gran parte de las zonas rurales. Están aisladas geográficamente, sin apenas infraestructuras que les conecten con las urbes y con los centros de salud y escuelas más próximos. Reconoce que los huracanes han empeorado más aún la situación de las familias, sin trabajo y alimentos, fruto de la crisis del COVID-19.

MARÍA CANTÓ

María tiene 43 años y vive junto a sus nueve hijos e hijas y su marido en la comunidad Xemanzana, en el municipio de Cunén. La tromba de agua les pilló por sorpresa, arrasando su casa, con alto riesgo de derrumbarse ya que era una construcción de adobe. Hacía pocos días había dado a luz a su último hijo. “Mi casa parecía una laguna. Ya no podíamos cruzar”. Han estado temporalmente alojados en la iglesia del municipio y actualmente tratan de reconstruir su vivienda.

PAULINA MARGARITA LUX

Con 21 años, Paulina, ama de casa, nunca olvidará el paso de las tormentas por su comunidad, los Trigales, en el municipio de Cunén. A causa de las inundaciones perdió a su hijo y a uno de sus hermanos, que murieron sepultados bajo el lodo. Los pequeños se encontraban en ese momento en la casa de los bisabuelos, que no pudieron hacer nada para evitar la tragedia. La salud de su madre, que padecía crisis nerviosas, desde entonces ha empeorado.

¿Qué se hizo?

Distribución de kits de higiene
Distribución de kits de protección ante el COVID-19 y campañas de prevención
Atención médica primaria de emergencia
Distribución de kits de alimentos

Galería